Un tren de pasajeros fue secuestrado por el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) en la provincia de Baluchistán, Pakistán, el martes 11 de marzo de 2025. El ataque, que dejó un saldo de varios muertos y decenas de personas aún retenidas, ha generado una crisis de seguridad en la región.
El tren Jaffar Express, que cubría la ruta entre Quetta y Peshawar, fue detenido en una zona montañosa después de que los insurgentes colocaran una bomba en las vías, lo que obligó a la formación a detenerse. Tras la explosión, los atacantes abordaron el tren y tomaron como rehenes a más de 400 pasajeros, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes desplegaron un operativo de rescate, logrando liberar hasta el momento a 155 personas. Durante el enfrentamiento con los secuestradores, al menos 27 insurgentes fueron abatidos, según informes oficiales.
Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, ya que los atacantes han utilizado chalecos suicidas y han empleado a mujeres y niños como escudos humanos, lo que ha dificultado las operaciones de rescate.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), un grupo separatista que busca la independencia de la región, ha exigido la liberación de prisioneros políticos baluchis y ha amenazado con ejecutar a los rehenes si sus demandas no son atendidas en un plazo de 48 horas.
Este ataque se suma a una serie de atentados y secuestros cometidos por grupos armados en la región de Baluchistán, donde los separatistas han intensificado su lucha contra el gobierno paquistaní. La provincia ha sido escenario de numerosos conflictos debido a su importancia estratégica y sus recursos naturales.
Las autoridades paquistaníes continúan trabajando para liberar a los rehenes restantes, mientras el ejército mantiene operaciones en la zona para desmantelar la amenaza insurgente.