California, EEUU a 09 de noviembre del 2017.- Después de recibir tres balazos en la cabeza, los periódicos en Michoacán, México dieron por muerto a Martel Mora Meza. Pero este académico mexicano no solo sobrevivió el ataque armado del que fue víctima, sino que cinco años después de sufrir el atentado que casi le cuesta la vida, consiguió que Estados Unidos le diera asilo político.

“Para mí fue sorpresa, una noticia inesperada. No supe qué decir. No me salían las palabras”, dice emocionada Angélica Córdova, hermana de Mora Meza.

El mexicano, de 46 años, no puede hablar a consecuencia del daño cerebral que sufrió por los impactos de bala que le destruyeron la nuca, pero sonríe y deja salir un grito ahogado mientras levanta levemente sus puños en señal de felicidad cuando el abogado de migración, Alex Gálvez le dice que ganó el asilo político.

Los hermanos lloran y se abrazan de puro gusto.

Una tragedia que cambia su vida

Eran cerca de las 10:00 p.m. del 19 de enero de 2012 en el municipio de Apatzingán, al sur del estado de Michoacán, en México cuando Mora Meza abría la puerta de su casa. Dos desconocidos le dispararon a la cabeza tres veces.

Él era muy conocido por ser el director del Instituto Tecnológico de Apatzingán (ITSA). Llevaba cuatro años en el cargo y al momento del atentado estaba a punto de comenzar otro período por cuatro años más. Acababa de ser ratificado por el gobernador en funciones en ese entonces, Leonel Godoy.

Mora Meza es el menor de una familia de ocho hijos y el único que pudo ir a la universidad. Desde niño, cuenta su hermana Angélica Córdova, siempre se distinguió por ser muy inteligente y trabajador.

“Boleaba zapatos en la calle. Otro hermano vendía leche. Martel, antes de irse a la escuela, lavaba los botes de la leche. Se graduó de ingeniero eléctrico, hizo una maestría y un doctorado en la misma materia”, cuenta la hermana.

Sus logros académicos llevaron al humilde muchacho a convertirse en el director del Instituto Tecnológico Superior de Apatzingán.

La noticia de su atentado corrió como reguero de pólvora.

“Mataron al director del Tec”, publicaron varios medios. Pero la realidad es que Mora Meza pasó semanas debatiéndose entre la vida y la muerte. Sufrió una trombosis cerebral que le afectó el lado derecho del cerebro. La confusión sobre su estado de salud se dio porque fue trasladado calladamente a un hospital de Uruapan, Michoacán.

Al ver su condición, su hermana Angélica —quien vive en Pico Rivera, California— decidió traerlo a Estados Unidos.