Morelia, Michoacán. – Entre noviembre y marzo, los bosques de Michoacán se convierten en escenario de uno de los fenómenos migratorios más sorprendentes del planeta: la llegada de la Mariposa Monarca, patrimonio natural de la humanidad y atractivo que cada año conquista a miles de turistas nacionales e internacionales.
Los principales santuarios para admirar este espectáculo son El Rosario y Sierra Chincua, en Angangueo, así como Cerro Pelón, en Ocampo.
El secretario de Turismo estatal, Roberto Monroy, subrayó que vivir esta experiencia “es un espectáculo único en el mundo que llena de emoción y asombro”.
Millones de mariposas viajan desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques michoacanos, que ofrecen el hábitat ideal para su hibernación. Este fenómeno no solo enriquece la biodiversidad, también impulsa la economía local mediante actividades como recorridos guiados, senderismo y talleres de conservación.
La mayor afluencia se registra a finales de noviembre, cuando los árboles lucen cubiertos de color naranja y negro. El gobierno estatal implementa medidas de protección ambiental y de seguridad para garantizar una visita sostenible.
La experiencia, además de inolvidable, fortalece el compromiso con la preservación de un tesoro natural que trasciende fronteras.