Tzintzuntzan, Michoacán Foto :Betty Valdés

Betty Valdés/ Notiunion

El olor a copal, fruta y cempasúchil es único e inigualable al ingresar al panteón que alberga una de las tradiciones más emblemáticas de Michoacán en Tzintzuntzan.

Los arcos decorados y las tumbas con el bulto de tierra llenas de cempasúchil es una de las principales tradiciones que llenan de color y magia la Noche de Ánimas en Tzintzuntzan, Michoacán.

Foto :Betty Valdés

Y es que la zona lacustre del territorio michoacano es visitado por miles de turistas de diversos países por conservar la celebración de Noche de Muertos, ahora llamada Noche de Ánimas y llevarla a cabo de una forma como en ninguna otra parte del mundo.

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Unas de las principales tradiciones por los pobladores de la región es acudir a decorar las tumbas de sus difuntos con elementos tradicionales como el copal, las veladoras, los cirios, flores de diversos tipos, entre los que destaca el cempasúchil, la nube y la flor de terciopelo, además de colocar alimentos y bebidas que el fiel difunto disfrutaba en vida, pues se tiene la creencia de que en esta celebración, las ánimas de los que ya no están en vida, regresan para reencontrarse con sus familias.

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“ Solo muere realmente quien es olvidado”

Otra de las creencias de esta celebración se basa principalmente en recordar a sus familiares, pues con todo esté ritual se abre un portal del más allá donde las almas que ya no tienen un cuerpo regresan a convivir con quienes poseen alma y cuerpo, con los vivos.

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En la celebración de Noche de Ánimas no hay vivos ni muertos, todos son ánimas, unos con el privilegio de tener un cuerpo de carne y hueso y otras que son ánimas que han logrado trascendencia a una nueva vida.

Ninguna tumba esta sola, todas tienen flores y por lo menos una veladora.

Quienes acuden al panteón realizan la decoración y la instalación de sus ofrendas para sus fieles difuntos, sin embargo, existen aquellos que no tienen quien acudan a prender una veladora y colocar cempasúchil, pero hay quienes se dedican a ofrendar incluso a quienes no son recordados.

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Las familias permanecen en el panteón y realizan una convivencia al pie de las tumbas, posteriormente realizan una velada y ahí mismo duermen al pie del lugar donde hacen los restos humanos de su ser querido.

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