Ciudad de México, 14 de mayo de 2025.– La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este miércoles que el creador de contenido estadounidense MrBeast, cuyo nombre real es Jimmy Donaldson, sí obtuvo permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para grabar en zonas restringidas de sitios arqueológicos como Chichén Itzá y Calakmul. Sin embargo, exigió que el instituto aclare bajo qué condiciones se otorgaron esos permisos.
“La información es que tenía permiso del INAH, y ya que el INAH nos diga bajo qué condiciones dio este permiso”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina, luego de la polémica generada por el video del youtuber titulado “Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo”, publicado el fin de semana pasado.
En el material, Donaldson asegura haber accedido a áreas “donde ni los arqueólogos pueden entrar”, lo que desató críticas en redes sociales y medios nacionales por el posible uso indebido de espacios culturales protegidos.
El INAH, en respuesta, aseguró que el acceso del influencer fue gestionado de manera formal a través de la Secretaría de Turismo federal y los gobiernos estatales de Yucatán y Campeche, y que los permisos fueron emitidos por la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del propio instituto, en apego a las normativas vigentes.
No obstante, la postura de Sheinbaum contrasta con declaraciones de la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, quien el martes anunció que “habrá sanciones” y expresó su desacuerdo con el uso de estos espacios para contenidos comerciales:
“Por supuesto que no estamos de acuerdo, porque para eso no son esos espacios”, subrayó Curiel.
El creador de contenido, que acumula más de 394 millones de seguidores en sus redes, se ha posicionado como una figura de alto impacto global, con ganancias estimadas entre 600 y 700 millones de dólares anuales, de acuerdo con la revista Time.
Mientras tanto, el caso ha encendido un debate nacional sobre la protección del patrimonio histórico, la transparencia en el otorgamiento de permisos y la influencia de intereses turísticos y mediáticos en sitios de valor cultural. Las autoridades prometieron revisar el contenido del video y dar a conocer los detalles legales de los permisos otorgados.