Ya sea a través del mole, salsas, café, vainilla, lácteos, cárnicos o miel, los alimentos orgánicos se hacen cada vez más presentes en el mercado mexicano.
El crecimiento en la demanda de estos alimentos, ha permitido que incremente la oferta nacional en los últimos 10 años.
De acuerdo con cifras de la Sagarpa, de 2006 a 2016 la producción de frutas y verduras sin pesticidas en el País creció de 88 mil hectáreas a 169 mil hectáreas de superficie dedicadas a esta actividad.
México se ubica como el cuarto productor mundial de alimentos orgánicos, según Sagarpa, siendo los estados de Oaxaca, Chiapas y Michoacán los que concentran casi el 50 por ciento de la superficie destinada a este rubro. Lo anterior, beneficia a 2.3 millones de productores.
A decir de Mateo Dornier, fundador y director de la empresa Campo Vivo, el incremento en el mercado ha sido notorio. En los úl- timos cinco años, comparte, han crecido alrededor del 20 por ciento anual.
En 2007, precisa Dornier, contaban con un catálogo de 30 productos, mismo que ahora ha crecido a 150, lo que a su vez representa a 3 mil familias que colaboran en su producción.
El mismo impulso lo percibe Enrique Hernández Pons, director general de Aires de Campo, compañía que acaba de inaugurar su primer supermercado en Querétaro.
Desde su creación en 2001, indica que la empresa ha crecido casi cuatro veces su tamaño.
Con una red de 80 productores en todo el País, la marca distribuye desde semillas hasta carnes bajo la etiqueta de orgánico, es decir, productos libres de químicos y creados mediante procesos sustentables.
Sin embargo, consideran ambos distribuidores, por el potencial que tiene México debería haber un crecimiento más acelerado.
“El mercado crece alrededor del 30 por ciento anual por categoría y vamos veinte años atrás de Europa y unos 15 de Estados Unidos, en donde el 30 por ciento de los hogares consume productos orgánicos, entonces nosotros estamos muy lejos de eso”, advierte.
“En la medida en la que haya información sobre este tipo de alimentos, hábitos de consumo a partir de los ciclos de la tierra, habrá mayor conciencia y respeto al trabajo del campesino para procurar la capacitación y desarrollo de comida orgánica”. GLORIA RIBÉ, COFUNDADORA DE LOS GASTRONAUTAS.