Hong Kong, 28 de noviembre de 2025 – La cifra de víctimas por el devastador incendio que arrasó siete edificios del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, ascendió este jueves a 65 fallecidos, 70 heridos hospitalizados —entre ellos diez bomberos— y 279 personas desaparecidas, de acuerdo con los últimos reportes de los servicios de emergencia.
Las autoridades informaron que 62 residentes continúan atrapados dentro de los inmuebles, mientras brigadas de rescate avanzan piso por piso en operaciones que ya se han extendido por más de diez horas. Los bomberos confirmaron además el rescate de un nuevo superviviente, un hombre localizado en la escalera del piso 16 de uno de los edificios.
El siniestro, registrado el miércoles por la tarde, se convirtió rápidamente en el peor incendio urbano de Hong Kong en tres décadas, al devastar siete de los ocho bloques de 31 pisos del complejo. Las autoridades describieron como “inusual” la velocidad con la que avanzaron las llamas, alimentadas por andamios de bambú recubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y poliestireno expandido, un material altamente inflamable empleado en las obras de renovación iniciadas en julio de 2024.
La magnitud del fuego obligó al despliegue de 1,250 bomberos, 304 vehículos de emergencia, 26 equipos especializados y drones para vigilancia aérea. Durante las labores, los mandos han alertado sobre el riesgo de colapso del andamiaje, del cual ya han caído fragmentos.
En el ámbito legal, la policía detuvo a dos directores y un consultor de ingeniería de la empresa contratista responsable de las obras, acusados de homicidio imprudente por el uso de materiales que pudieron facilitar la rápida propagación del fuego. Asimismo, agentes registraron las oficinas de la administradora del complejo y el domicilio de uno de los sospechosos.
De manera paralela, la Comisión Independiente Contra la Corrupción (ICAC) abrió una investigación sobre presuntas irregularidades o prácticas corruptas relacionadas con la millonaria rehabilitación del complejo, valuada en 330 millones de dólares hongkoneses.
El jefe del Ejecutivo, John Lee, calificó el incidente como una “catástrofe masiva”, anunció la suspensión de todos los actos de campaña previos a las elecciones del 7 de diciembre y no descartó la posibilidad de aplazar la fecha de los comicios. Además, ordenó inspecciones inmediatas en todas las urbanizaciones que actualmente están en obras para verificar la seguridad del andamiaje y los materiales utilizados.
La tragedia ha desatado una ola de solidaridad. La Fundación Jack Ma, Alibaba y Ant Group anunciaron donaciones por 60 millones de dólares hongkoneses para apoyar a las familias afectadas. Empresas como BYD, NetEase, Trip.com, ByteDance y Didi también aportaron 10 millones de dólares hongkoneses cada una en apoyo a las labores de asistencia.
La catástrofe supera ampliamente el incendio del edificio comercial Garley ocurrido en 1996, que dejó 41 muertos y que hasta ahora era el peor siniestro urbano en tiempos de paz registrado en Hong Kong.




































