Damasco, Siria, 16 de julio de 2025.– En una escalada sin precedentes, el ejército de Israel bombardeó este miércoles el cuartel general del ejército sirio en Damasco, cumpliendo con su amenaza de intensificar ataques si las fuerzas gubernamentales no se retiraban de la ciudad de Sweida, al sur del país.
La ofensiva israelí ocurre en el cuarto día de enfrentamientos entre comunidades drusas y tribus beduinas sunitas, que estallaron tras el secuestro de un comerciante local y han dejado al menos 248 muertos, entre ellos 28 civiles drusos, varios ejecutados de forma sumaria por fuerzas del gobierno, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Israel, que ocupó y anexionó los Altos del Golán sirios, zona con significativa población drusa, reafirmó su política de tolerancia cero ante presencia militar cerca de su frontera norte. “Israel no abandonará a los drusos”, declaró el ministro de Defensa, Israel Katz, al anunciar la ofensiva.
En Sweida, donde las autoridades sirias declararon sin éxito un alto el fuego, testigos relatan ejecuciones en las calles, bombardeos con artillería y un clima de pánico generalizado. Corresponsales de AFP reportaron cuerpos tirados en las calles y humo saliendo de varios barrios.
El líder espiritual druso Hikmat al Hejri hizo un dramático llamado internacional:
“Salven a Sweida. Nuestro pueblo está siendo exterminado”.
La Unión Europea y Francia exigieron el respeto a los civiles, mientras que el gobierno interino sirio –tras la caída de Bashar al Asad en diciembre– enfrenta una de sus mayores crisis desde el fin formal del régimen anterior.
El futuro de Sweida y del sur de Siria permanece incierto, con la intervención israelí, denuncias de abusos gubernamentales y el resurgimiento de tensiones sectarias que amenazan con reavivar un conflicto a gran escala.