Si últimamente has pensado que te gustaría practicarlo y nunca has tenido un acercamiento tangible, no te preocupes, aquí te damos los 5 tips fundamentales para crear una base de preparación que te hará más sencilla y amena tu primer clase.
1) No hay prisa. Es muy importante no presionarte ni apresurarte a realizar las posturas. Al principio podrá costarte trabajo pero es completamente normal. Evita llevar tu cuerpo a sus límites o podrías lastimarte. Todo llega a su tiempo, ve a tu propia velocidad y entiende cómo se comporta tu cuerpo ante esta nueva experiencia. Gradualmente notarás el avance y la adquisición de fuerza y flexibilidad.
2) No te concentres en cómo te ves sino en cómo te sientes. Por lo general, al comienzo quizá sientas que te ves “torpe” o demasiado rígido en ciertas posiciones pero eso no debe importarte. Nadie está para juzgar tus posibilidades ni cómo luces.Confía en tu intuición y sé paciente con tu cuerpo y tus movimientos. El glamour no forma parte de esta disciplina.
3) En clase aprendes y en la vida pones en práctica. Todos los conocimientos que aprendes llegan más allá de las clases, se extienden y transmiten a tu vida cotidiana y están ahí para que los apliques en todo momento. La templanza, la reflexión, la meditación, la disciplina, la compasión son conceptos que aplican 24/7 y que no sólo cambian la manera en que te relacionas con tu cuerpo sino también tu relación con el resto del mundo.
4) No olvides respirar. Parte fundamental del yoga: la respiración. Hacerlo correctamente tiene beneficios directos en el manejo del estrés, la relajación, la oxigenación celular y, por supuesto, en tu bienestar y felicidad integral. Pranayama se enfoca en el control de la respiración, así que explora tus capacidades y conócete mejor.
5) Si aún no puedes hacer una postura, medita. Habrá ocasiones en que te enfrentes a posturas que por el momento no podrás hacer, pero eso no significa que no puedas continuar la sesión; en estos casos, puedes ponerte en flor de loto y meditar, concentrar tus energías en esa parte de tu cuerpo que necesita fortalecerse y alcanzar mayor flexibilidad. El yoga tiene que ver con la concentración de la energía mental, dirigida hacia los lugares que necesitan trabajarse.