Bello, Antioquia, Colombia – La comunidad internacional ha expresado una profunda indignación por el asesinato de Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años, ocurrido en el municipio de Bello, Antioquia, Colombia.

El caso fue dado a conocer a través de medios locales e internacionales, así como por organizaciones defensoras de los derechos LGBTIQ+, tras el macabro hallazgo de la joven con signos de tortura y severas lesiones. Según los reportes, sus agresores fracturaron sus brazos y piernas antes de arrojarla con vida a una quebrada. Aunque fue rescatada y trasladada a un hospital, Sara falleció al día siguiente.

Este crimen generó movilizaciones en Medellín, Bogotá y otras ciudades de Colombia, con mensajes de solidaridad y apoyo que llegaron desde distintas partes del mundo. El presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó el asesinato como un acto de «fascismo» y subrayó la urgencia de combatir la violencia hacia las personas diversas.

En las redes sociales, el nombre de Sara Millerey se convirtió en tendencia, acompañada de mensajes exigiendo justicia y una mayor protección para las personas trans, especialmente en América Latina, considerada una de las regiones más peligrosas para esta comunidad, según organismos internacionales.

Grupos como Caribe Afirmativo y Amnistía Internacional han denunciado que este caso refleja una violencia sistemática contra las personas trans en la región. Las autoridades colombianas han ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de pesos colombianos por información que conduzca a los responsables de este crimen.

La historia de Sara Millerey González ha cruzado fronteras y se ha convertido en un llamado urgente a poner fin a la violencia por motivos de identidad de género en América Latina.