Morelia, Michoacán. En medio del ambiente festivo de las tradicionales fiestas guadalupanas, la verbena popular conocida como el Cañafest volvió a sorprender a los visitantes con una bebida que ha ganado popularidad por su sabor y frescura: el frappé de caña.
Entre los numerosos puestos instalados a las afueras del Santuario de la Virgen de Guadalupe, destaca Cañaveral de Pasiones, negocio atendido por Verónica Yuriko Arteaga, donde se prepara este frappé a base de jugo de caña recién extraído y combinado con frutas como maracuyá o naranja.
Para elaborarlo, el jugo de caña se obtiene con maquinaria especial instalada en el mismo puesto. Luego se mezcla con hielo molido y puede complementarse con chamoy, Miguelito, chile en polvo u otros condimentos, según el gusto del cliente.
La idea nació de un sueño familiar: Ricardo Arteaga, padre de Yuriko, deseaba vender paletas hechas de jugo y trozos de caña, proyecto que nunca pudo concretar. Tras su fallecimiento, su familia decidió honrar su memoria retomando la idea y llevándola más lejos, invirtiendo en equipo para ofrecer productos elaborados al momento.
El frappé de caña se ha convertido en un éxito entre los asistentes al Cañafest, quienes lo consideran una opción refrescante y diferente dentro de las ofertas gastronómicas tradicionales de las fiestas guadalupanas.






























