“La originalidad consiste en el retorno al origen.” Antoni Gaudí.
Probablemente has escuchado hablar de la sagrada familia. Es una basílica en Barcelona, España; es bastante famosa por su bella arquitectura, pero aún más porque después de más de 100 años no ha sido terminada. Pero tal vez no hayas oído hablar de la persona que diseñó este templo. Su nombre era Antoni Gaudí y fue uno de los mejores arquitectos de su tiempo y de la historia.
Antoni Gaudí nació el 25 de junio de 1852, pero los historiadores aún se debaten si es de Reus o de Riudoms, ambos municipios de Tarragona, España. Su familia creaba calderos, por lo que a Gaudí siempre le gustó trabajar en el taller familiar y le ayudó a crear una habilidad para trabajar el espacio y el volumen.
Según Casa Batlló (s.f) a Antoni Gaudí le encantaba pasar horas contemplando la naturaleza, a la cual, más adelante consideraba como su gran maestra. Aquí volvemos a la frase del inicio: “La originalidad consiste en el retorno al origen.” Con “origen” Gaudí se refiere a la naturaleza. Para su arquitectura él seguía los patrones de la naturaleza, pero siempre respetaba las leyes de esta. Para él, realizar sus obras no se trataba sobre copiar lo que veía, sino encontrar un punto de equilibrio y armonía en ellas que reflejara sus alrededores.
La mayoría de las personas llaman a Gaudí un modernista. Otros dicen que más bien practicaba el arte neogótico, y otros el art-noveau o surrealismo. Pero en mi opinión Antoni Gaudí era un naturalista.
Comprendo porque algunos le llamarían modernista, después de todo el modernismo “se caracterizó por la rebeldía creativa” (Editorial Etecé, 2021). Pero “…su aporte más importante… fue la profunda renovación del lenguaje” (Editorial Etecé, 2021). Además, la mayoría de los modernistas más famosos, como José Martí y Rubén Darío eran poetas y filósofos.
Antoni Gaudí fue un arquitecto que se inspiró en la propia naturaleza para todas sus obras. Empezó a trabajar junto a la sustentabilidad cuando este término ni siquiera existía. Por eso creo que antes de ser un modernista, Gaudí fue un naturalista. Antoni pensaba que la naturaleza por sí sola era funcional.
Entonces, ¿por qué cambiarla? Fue lo suficientemente inteligente para resolver problemas bioclimáticos con sus obras en Barcelona, como el Parc Güell que fue el único proyecto urbanístico a gran escala de Gaudí. Hoy en día es uno de los mayores atractivos de Barcelona por su ubicación geográfica, vegetación y diseño.
Además, Antoni Gaudí creó su propio estilo de arquitectura sin usar planos detallados y más bien hacía maquetas de yeso en 3D moldeándolas de acuerdo con su imaginación. Creó estructuras tan sorprendentes y eficientes para su época sin olvidar la belleza, los colores y las figuras de la naturaleza, algo que se ha perdido en la arquitectura moderna, en mi opinión.
Creo, que no solo para la arquitectura, debemos volver al origen, a nuestras raíces. Como sociedad hemos olvidado esto en casi todas las partes de nuestra vida, e ignoramos el hecho de que estamos destruyendo nuestro origen y la oportunidad de volver atrás y aprender de él.