Este Día Mundial del Medio Ambiente, el llamado global es claro: poner fin a la contaminación por plásticos. Establecido por la ONU en 1972, el 5 de junio es una fecha clave para reflexionar y actuar frente a los desafíos ambientales más urgentes. Este año, organizaciones civiles de América Latina han reiterado la necesidad de avanzar hacia un tratado internacional jurídicamente vinculante que aborde el problema del plástico desde su raíz: su producción masiva.
Durante esta semana, representantes de diversas ONG se reunieron en Panamá como parte de la Consulta Regional del Grupo de Estados de América Latina y el Caribe (Grulac), con miras a la segunda parte de la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC 5.2), que se celebrará en agosto en Ginebra. Su objetivo: construir una posición regional firme para exigir compromisos globales en la reducción del plástico.
“Después de 30 años, se ha demostrado que el reciclaje no es una solución viable”, señaló Marisol Landau, presidenta de Fas Panamá.
Las organizaciones advirtieron que el reciclaje ha sido vendido como una solución sostenible, pero que en realidad los aditivos, la variedad de plásticos y los volúmenes desmedidos hacen imposible su manejo efectivo, especialmente en regiones como América Latina con sistemas de gestión de residuos insuficientes.
ONGs como Greenpeace Colombia, Acción Ecológica México, MarViva y el Taller Ecologista de Argentina participan como observadores en este proceso y promueven enfoques basados en justicia ambiental, evidencias científicas y la necesidad de una transición justa para quienes dependen económicamente del plástico.
Alejandra Parra, de la Red de Acción por los Derechos Ambientales (RADA), destacó que aún no hay consenso regional sobre puntos clave como la reducción de producción o el control de químicos, aunque sí en aspectos como el financiamiento.
La ONU advierte que, de no tomar acciones urgentes, la contaminación plástica seguirá agravando la crisis ambiental y climática global. Las organizaciones coinciden: no basta con mejorar la recolección, hay que cambiar el modelo de producción y consumo hacia uno verdaderamente sostenible.
El mundo mira ahora hacia Ginebra, donde del 5 al 14 de agosto se discutirá el futuro de este tratado crucial para el planeta y las futuras generaciones.