Desde el 28 de septiembre al 14 de octubre se suspendió la cosecha de aguacate en el estado, un corte al suministro gradual, pues fue cesando poco a poco hasta que en la última semana se detuvo totalmente, expuso Ramón Paz, vocero de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de México (Apeam).

Michoacán, es la única entidad que puede enviar aguacate a Estados Unidos, ya que cuenta con todas la certificaciones para ello, sin embargo, el último conflicto de los productores pone en riesgo ese mercado. dijo.

“Se dejó de mandar y en el mercado nos ganamos una reputación de inconsistentes, de que no somos confiables. Tras 19 años de ser los más confiables del mundo, de estarles diciendo ‘siempre estamos ahí’, este paro desabastece el mercado de EU y nos crea una serie de problemas”, dijo en entrevista.

Por ejemplo, se tuvieron que cancelar las campañas de promoción programadas para esos días, pues no se contaba con la fruta suficiente.

“Ahora, tenemos que estar convenciendo a la gente de que los anuncios de Navidad, que las promociones en los supermercados para el Super Bowl, que para todo eso, sí vamos a tener fruta y sí vamos a surtir.

“¿Cuándo se había dudado de eso?, en cambio ahora, esa gente está desconfiando”, afirmó.

De las 28 mil toneladas que pudieron llegar a los Estados Unidos en ese periodo, sólo se mandaron alrededor de 4 mil toneladas, aseguró Paz.

Estimó que los productores dejaron de percibir ingresos entre 50 y 60 millones de dólares en esos días.

Lo anterior se derivó de las diferencias generadas entre productores y empacadores, por cinco demandas de los primeros, de las cuales tres ya fueron resueltas.

Queda pendiente, y ya se está negociando sobre el tema, la petición de los productores para que el aguacate se les pague en dólares, pues argumentan que los comercializadores lo colocan en esa moneda y a ellos se les compra en pesos.

Asimismo, se busca que el volumen de aguacate que el personal del Departamento de Agricultura de EU saca de los cargamentos como muestra para revisar la fitosanidad, sea pagado por los empacadores y no descontado a los agricultores.

Las demandas que ya se cumplieron fue reducir la intermediación entre productor y empacador, asegurar un abasto ordenado y el reconocimiento de la cuota que los empacadores pagan a Apeam para los servicios del USDA.