FUERA DE LUGAR
JORGE TORRES
Estúpido, da
Del lat. stupĭdus.
-
adj. Necio, falto de inteligencia.
-
adj. Dicho de una cosa: Propia de un estúpido.
-
adj. estupefacto.
Ante el inminente comienzo del periodo de campañas y con una necesidad abrumadora de conseguir votantes, los partidos han empujado su agenda por sobre la pandemia; han logrado que se pase del semáforo rojo a amarillo(casi verde) en cuestión de días, sin necesidad de demostrar la disminución de contagios, de fallecimientos o de algún indicador que respalde el hecho o que sustente el cambio de status del mismo, todo con la única finalidad de poder hacer eventos y estar en contacto con la gente.
Para nadie es un secreto que la “mágica” recuperación y consiguiente cambio de color del semáforo obedece directamente a la necesidad mezquina de los partidos, siendo estos los únicos que fueron incapaces de adaptarse a la “nueva realidad”, no encontraron formas, no hubo ideas, no elaboraron mecanismos bajo los cuales pudieran operar las campañas sin tener a la gente abarrotando sus eventos, mítines, recorridos; vamos no se les ocurrió nada para no exponer a la gente a un riesgo epidemiológico que hoy está aún latente.
No vayamos lejos, hace dos fines de semanas bajo pretexto de toma de protesta del candidato que abandera la alianza por Michoacán, la explanada del Obelisco a Lázaro Cárdenas lució llena con cientos de simpatizantes e invitados “especiales”; podrán decir hasta el cansancio que fue respetando todas las medidas de sanidad que son exigidas, pero usted puede ver las fotos y entre los invitados hay personajes que ya padecieron la enfermedad o han estado en contacto con quienes la padecieron; la pregunta es muy sencilla: ¿Qué necesidad?.

¿Quién en su sano juicio pondría en riesgo su salud por asistir a la toma de protesta de un candidato? cierto, los cientos de personas que son “maiceadas” con despensas y otros “estímulos” para dejarse llevar a estos eventos, pero ¿ y la responsabilidad de los organizadores? Pareciera increíble que habiendo sido parte de gobierno del estado y conociendo la ferocidad de la enfermedad, a Don Carlos Herrera le haya parecido la mejor idea conglomerar y exponer a la gente de esa forma; peor aún, Don Alfonso Martínez que padeció Covid-19 en primera fila aplaudiendo y gozándola como si de un día de campo se tratara, de verdad, ¿somos estúpidos o son tan estúpidos que no les importa el riesgo potencial en el cual nos pusieron a todos?
Me gustaría decir que este es el acto de estupidez más grande que pudieron demostrar, pero estoy seguro que en los próximos días veremos muchos y seguramente más graves.







































