Este lunes se puso en marcha un hecho histórico en el país: los primeros jueces elegidos por votación ciudadana asumieron sus cargos, marcando el inicio de lo que se ha denominado una “nueva era” para la justicia mexicana.

Más de dos mil funcionarios judiciales, entre ellos ministros de la Suprema Corte, magistrados del Tribunal Electoral y jueces estatales y federales, comenzaron funciones tras los comicios celebrados en junio.

La llegada de estos perfiles electos ha generado debate debido a la baja participación ciudadana, cercana al 13%, y a las denuncias de irregularidades que señalan presunta influencia del oficialismo en el proceso.

Antes de la ceremonia formal en el Senado, los nuevos integrantes de la Suprema Corte participaron en un acto simbólico en el Zócalo capitalino, donde autoridades indígenas entregaron el “bastón de mando” entre danzas y ofrendas, reconociendo a los pueblos originarios como base histórica del país.

El jurista mixteco Hugo Aguilar, quien obtuvo el mayor número de votos, presidirá el máximo tribunal. En su mensaje aseguró que la Corte no se guiará “por el poder ni el dinero, sino por el servicio al pueblo”. Aguilar es el segundo indígena en encabezar la institución, después de Benito Juárez.

La presidenta Claudia Sheinbaum celebró este cambio y afirmó que con los jueces electos “termina la era del nepotismo, corrupción y privilegios” y comienza una etapa de “legalidad y justicia” para México.