Samsung Electronics perdió 22 mil millones de dólares de valor de mercado en dos días en tanto los inversores están teniendo en cuenta un golpe más fuerte a su balance a raíz de las prohibiciones y advertencias que pesan sobre sus teléfonos inteligentes Note 7.

Las acciones se desplomaron 11 por ciento desde el viernes pasado, la mayor caída en dos días desde 2008, después de que los reguladores estadounidenses se unieron a la empresa para advertir a los usuarios que apagaran sus Note 7 y se abstuvieran de cargarlos.

Las autoridades de aviación y las aerolíneas han solicitado a los pasajeros que no utilicen los aparatos durante los vuelos.

La caída de la acción sugiere que el daño para la marca de Samsung podría superar ampliamente las estimaciones iniciales de mil millones de dólares por el retiro del mercado de un producto individual.

La compañía invirtió fuerte en la comercialización de su nombre en los últimos años y esperaba obtener una ventaja sobre Apple presentando su dispositivo unas semanas antes de que se conociera el nuevo iPhone.

Samsung anunció el retiro del mercado el 2 de septiembre después de haber constatado que alrededor de tres docenas de teléfonos inteligentes de alta gama tenían baterías que se incendiaban o explotaban.

El sábado 10 de septiembre, Samsung dijo a los usuarios en Corea del Sur que dejaran de usar los dispositivos y que los llevaran a sus centros de servicio técnico –a menos de un mes de su debut.

El Note 7 con baterías nuevas se conseguirá a partir del 19 de septiembre. La compañía con sede en Suwon, Corea del Sur, dijo que antes de su retiro se habían despachado 2.5 millones de teléfonos, incluidos los que estaban en manos de consumidores y operadores.

La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC es su sigla en inglés) estadounidense y Samsung están manteniendo negociaciones para un retiro oficial de los dispositivos lo más pronto posible.