Las autoridades venezolanas ocuparon este lunes la fábrica local de la empresa de productos de higiene estadounidense Kimberly-Clark, que el fin de semana suspendió indefinidamente sus operaciones en el país debido a la crisis económica.

El presidente, Nicolás Maduro, decretó en mayo un estado de excepción que, entre otras, le da facultades constitucionales al gobierno para ocupar las plantas que están paradas.

El gobierno socialista dice que las paralizaciones son parte de la «guerra económica» con la que supuestamente el sector privado y la oposición buscan derrocarlo.

Sin embargo, las empresas han dicho que les es imposible mantener sus líneas de producción debido a los controles impuestos por el gobierno, que entre otras cosas en un severo control de cambios no ha asignado divisas a estas empresas para importar materias primas.