Después de 3 meses y medio que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), inició un paro de labores en demanda de la abrogación de la reforma educativa, el conflicto no se resuelve, por el contrario, “pareciera que las posturas se endurecen más”, consideró el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel.

En un comunicado a media semana titulado “Es tiempo de misericordia”, el obispo que se encuentra en Colombia, dijo que “es tiempo de pasar del solo reclamo de justicia, a muestras de misericordia de ambas partes”.

Por un lado debe haber misericordia del gobierno federal, “para analizar y revisar aquellos artículos de la reforma educativa que se consideran injustos”, pero también misericordia de los maestros de la CNTE, “para dar clases a los niños, asumir los derechos de los padres de familia. Seguir su lucha, pero sin afectar a los alumnos”.

Contó que viajó a Colombia para participar en el Jubileo Continental del Año de la Misericordia, que se realiza en Bogotá, con representantes de todo el Continente, donde reflexionaron sobre “la centralidad de la misericordia en nuestra fe cristiana” y compartieron experiencias de lo que se ha hecho y se está haciendo en nuestra América como expresión de esta virtud”.