Los periodistas, reporteros y fotógrafos tuvieron que cuidarse tanto de los Policías estatales, municipales y de las propias manifestantes mientras realizaban el pleno ejercicio de sus labores.

 

Betty Valdés / Notiunión

Morelia, Michoacán a 09 de marzo del 2022.- El día de ayer la ciudad de Morelia fue el escenario de la marcha feminista más grande del territorio michoacano, esto en conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Al evento acudieron diversos medios de comunicación  locales con la finalidad de dar a conocer la información que se desarrollara en torno a la llamada «Marcha Violeta», misma que partió de la Calzada Fray Antonio San Miguel con destino a Congreso del Estado de Michoacán, en la cual se integraron miles y miles de mujeres manifestantes, el coloquialmente llamado «Bloque Negro».

Sin embargo el desarrollo pleno del ejercicio periodístico, fue en diversas ocasiones limitado e incluso violentado, tanto por mujeres integrantes del Bloque Negro, como por las mismas organizadoras de la marcha, misma que se identificaban con un pañuelo de color naranja. Desde frases como » Quítense, déjennos avanzar «, «Váyanse a las orillas» ( esto aunque fueran mujeres periodistas), » No los necesitamos», hasta mentadas de madre, frases ofensivas y empujones cuando se intentaba documentar alguna acción por parte de las y los periodistas.

 

Captura de pantalla

Mientras que luego de los hechos violentos y la batalla campal que protagonizaron elementos e la Policía Michoacán con mujeres y hombres que se encontraban frente a Palacio de Gobierno, los uniformados atacaron a un grupo de periodistas que se encontraban documentando su despliegue hacia la plaza de armas, encuentro en el que un trabajador del Sol de Morelia resultó herido por parte de los policías estatales, mismo que requirió atención médica.

En un tercer momento cuando arribaron elementos de la Policía Municipal de Morelia a la plaza Melchor Ocampo a un costado de la Catedral para comenzar a realizar la detención de hombres y mujeres que a decir de los uniformados se encontraban aleteando el orden público, fue durante estas detenciones cuando los trabajadores de los medios de comunicación que se encontraban en el lugar de los hechos comenzaron a documentar, tomar fotografías y grabar lo sucedido.

Lo cual causó molestia y enojo a los policías municipales, agrediendo física y verbalmente a a quienes intentaban informar sobre lo sucedido. Una vez esposadas las detenidas y arriba de la patrulla, los periodistas intentaron tomar fotografías para informar sobre el número de detenciones en el momento, sin embargo, ya un grupo de reporteros se encontraban en una fuerte discusión con policías por empujones, gritos y palabras ofensivas al intentar acercarse a realizar su labor.

Una vez retirada la unidad con las personas detenidas, los policías continuaron con las agresiones físicas y verbales en contra de los comunicadores. A decir de diversos personas y testimonias, se afirma que más de cinco periodistas hombres y mujeres fueron golpeados desde empujones hasta golpes directos, además de ser amenazados con disparos de gas pimienta en el rostro.