Estas secciones describen el terreno que caracteriza a la capital: la zona de lagos, la de transición y el territorio firme.

Según la norma capitalina, “el sistema de alertamiento sísmico debe ser considerado como prioritario en las zonas de lago y de transición (zonas II y III), ya que en dichas zonas la respuesta de terreno es desfavorable para el comportamiento de las estructuras”.

De acuerdo a 4 mil 510 revisiones de edificios realizadas por brigadistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) tras el sismo del 19 de septiembre, los principales daños se concentraron en edificios de las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc.

Esta zona es justamente donde confluyen las zonas II y III.

EL COEFICIENTE DE LA DESTRUCCIÓN

Cada una de las zona tiene asignado un coeficiente sísmico, que corresponde a la fuerza que actúa en la base de los edificios durante un terremoto.

Este coeficiente toma en cuenta las características del terreno y añade la base, peso y altura de los edificios.

ZONA         COEFICIENTE

Zona I                  0.16

Zona II                0.32

Zona IIIa              0.45

Zona IIIb            0.45

Zona IIIc              0.40

Zona IIId              0.30

Las delegaciones con mayor riesgo sísmico de la ciudad están entre la zonas II y III: Cuauhtémoc, Benito Juárez, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac, indica un párrafo de la norma técnica.