Morelia, Mich. a 13 de septiembre del 2017.- El director mexicano, que se encuentra en Toronto, afirmó que el nacionalismo está lleno de palabras bonitas, pero hechos muy trágicos, por lo que propuso regresar a la fábula y la parábola para anular las diferencias.

El cineasta mexicano Guillermo del Toro, ganador del León de Oro en el Festival de Venecia, adelantó que estará en México para participar en el Festival de Cine de Morelia. El evento se lleva a cabo en la capital de Michoacán, donde presentará la cinta La forma del agua, ganadora del Oso de Oro en Venecia, la cual se estrenará en México hasta enero de 2018.
El director mexicano, que se encuentra en Toronto, afirmó que el nacionalismo está lleno de palabras bonitas, pero hechos muy trágicos, por lo que propuso regresar a la fábula y la parábola para anular las diferencias.
“El nacionalismo está hecho de palabras que suenan muy bien, pero son inalcanzables, como la Tierra madre, la madre patria, el heroísmo, aunque en ninguna guerra hay heroísmo, sino dolor y más dolor, pero se inventan cosas para controlar”.
En una charla de 40 minutos con la prensa hispana que cubre el 42 Festival Internacional de Cine de Toronto, donde se presentó y fue ovacionado por más de cinco minutos por The Shape Of Water (La Forma del Agua), por la que recibió en Venecia el León de Oro, Del Toro habló de la descomposición social que se está dando en el mundo y de su amistad con Iñárritu y Cuarón.
“El mundo entero está teniendo una descomposición social, una regresión severa. Se están desarticulando los tratados básicos de la economía, de la ecología, de la Unión Europea, hay una desestructuración global”.
Decepcionado de la clase política, el cineasta refirió que hay una acumulación de atrocidades a nivel mundial, por lo que se preguntó: “¿Cómo llegamos tan rápido? O a lo mejor nunca salimos”.
El director de El Laberinto del Fauno advirtió que “si aguantamos como especie, vamos a pasar de la adolescencia a la edad adulta, pero ahorita estamos en los 17 años”.
Explicó que la ideología dominante se basa en la especificidad, en la diferencia que se hace entre las personas, mientras que “la generalidad nos une”, ante lo cual el cineasta propone la parábola y la fábula -primer instrumento de comprensión- para anular esa especificidad.
En este contexto, adelantó que tiene un “plan pequeñito” que anunciará en el próximo Festival de Cine de Morelia.
Reacio a hacer proselitismo rumbo a las elecciones presidenciales del 2018, dijo que los mexicanos deben elegir a “quien crean que es un gran político. “Si no podemos remediar completamente la situación, sí podemos ralentizarla”.
Para Del Toro, es difícil aceptar la “uniformidad de la clase política”, incluso recordó el dicho de “hacer lo mismo y esperar un resultado diferente, es la definición de locura”, por lo que es mejor “hacer la diferencia, que no sea lo que hemos hecho”.
En México, dijo, hay grandes atletas, grandes artistas, pero no grandes políticos. Sin manifestar preferencia por ningún partido político, Del Toro prefirió recordar la riqueza de los tiempos de Lázaro Cárdenas.
El director de Pacific Rim se refirió también a los cineastas Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón, a quienes consideró sus hermanos: “La vida te da dos familias, en la que naces y en la que te haces. Ellos son mis hermanos, siempre que hay una encrucijada ahí estamos”.
“A Alejandro le hablo con la misma frecuencia que le hablo a mi mamá. Cuando iba llegando a Venecia en la lancha la llamada era de Alfonso. Ellos fueron fundamentales en que hiciera esta película (The Shape Of Water).
También se refirió a la productora Bertha Navarro como una “mamá cinematográfica”, quien estará “cerca de mí toda mi vida, lo que me pida lo voy a hacer”.
Del Toro, quien filma y radica en Toronto junto con su familia desde hace cuatro años, dijo que hacerse canadiense “no está en mis planes porque viajo mucho, rara es la vez que paso seis días en un lugar”.
En Toronto, ciudad multicultural que definió como “plural, liberal” se estrenará a fin de mes en la Art Gallery Of Ontario una muestra de 500 objetos que han sido inspiración del cineasta, titulada Guillermo del Toro y sus Monstruos.
El autor de esta reciente historia de amor entre una mujer de limpieza muda y una criatura acuática sostuvo que el romanticismo es peligrosísimo porque te hace pensar en un final feliz y no es así, por lo que es mejor “rendirse al momento” mientras dure la relación.