Este lunes marcó un hito en la historia de la banca en México, pues Citi y Banamex comenzaron a operar como entidades financieras independientes, concluyendo un proceso de separación que tomó tres años. La medida, que no afectará a los clientes ni sus recursos, es parte de la estrategia global de Citigroup para enfocarse en banca institucional y optimizar beneficios para sus accionistas.

Dos entidades, diferentes enfoques

Con la separación, Grupo Financiero Citi México ahora atenderá exclusivamente a grandes corporativos y clientes institucionales, respaldados por la red global de Citigroup. Por su parte, Grupo Financiero Banamex se concentrará en el mercado de consumo, pequeñas y medianas empresas, y servicios empresariales.

El director general de Citi México será Álvaro Jaramillo, mientras que Manuel Romo continuará liderando Banamex. Ambas entidades han estructurado equipos independientes para garantizar la continuidad y eficiencia de sus operaciones.

Oferta pública inicial de Banamex, inminente

La separación también acelera el proceso para la oferta pública inicial (OPI) de Banamex, prevista para concretarse antes de que termine el año, según fuentes cercanas. Esto adelanta el cronograma estimado previamente por Jane Fraser, presidenta ejecutiva de Citi, quien había proyectado el 2025 como fecha para esta operación.

Una historia rica y relevante

Con 140 años de existencia, Banamex cuenta con una sólida infraestructura: más de 43 mil empleados, 23 millones de clientes, mil 284 sucursales y 9 mil 152 cajeros automáticos. Además, es líder en servicios como Afore, crédito hipotecario, tarjetas y préstamos para pequeñas y medianas empresas.

El legado cultural de Banamex también es notable, con más de 4 mil piezas de arte mexicano y propiedades históricas como el Palacio de Iturbide en Ciudad de México y la Casa Montejo en Mérida.

Impacto para los clientes

Citi aseguró que la separación no afectará a los clientes de ninguna de las dos entidades. Las cuentas, productos y servicios seguirán operando con normalidad, mientras ambas instituciones se posicionan entre las 10 más importantes del país.

Un proceso con obstáculos

La venta inicial de Banamex atrajo a varios interesados, incluidos Banorte, Grupo México y Banco Azteca. Sin embargo, diversos factores, incluida la intervención política, dificultaron el cierre de un acuerdo. Citi optó por la separación para maximizar el valor del negocio y garantizar una transición ordenada.

La culminación de este proceso representa un paso significativo en la historia financiera de México y define el futuro de ambas instituciones. Ahora, Citi y Banamex operan con visiones y enfoques claros, adaptados a las necesidades específicas de sus mercados.