CDMX a 31 de Julio del 2017.- El consumo privado dibuja una tendencia de desaceleración en la mayoría de las entidades en los primeros cinco meses del 2017, mientras que las otras regiones crecieron hasta 8.6%.
LA REGIÓN sur-sureste fue la única del territorio mexicano que registró una caída anual (0.6%) en los ingresos por suministro de bienes y servicios del comercio al por menor, en los primeros cinco meses del 2017, de acuerdo con datos, en términos reales, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Esta disminución de la principal variable que mide el consumo privado derivó de las variaciones negativas en Campeche (10.6%), Tabasco (8.2%), Veracruz (6.4%), Guerrero (1.9%), Yucatán (1.5%) y Oaxaca (0.03%); mientras en esta zona sólo se presentaron aumentos en Chiapas (7.6%) y Quintana Roo (12.4%, tercer lugar nacional).
Raymundo Tenorio, especialista del Tecnológico de Monterrey, puntualizó que en Campeche, Tabasco y el sur de Veracruz la caída en la actividad petrolera generó menos ingresos para las familias, además de que a esos estados no llegan remesas y el aumento de los precios por la debilidad del peso frente al dólar les afectó.
En las otras tres regiones se exhibieron ascensos anuales en el comercio minorista durante el periodo enero-mayo de este año: centro (3.0%), norte (7.1%) y centro-occidente (8.6 por ciento).
En la región centro, solamente en Hidalgo se observó una disminución (4.7%), y el mayor incremento lo ostentó Morelos (7.9%); en el norte los crecimientos más elevados se dieron en Baja California Sur (15.9%, segundo lugar nacional), Sinaloa (10.8%), Coahuila (9.7%), Sonora (7.4%) y Baja California (7.3% por ciento).
En centro-occidente, únicamente cayó el comercio minorista en Michoacán (2.4%); las mayores variaciones fueron en Colima (34.3%, primer lugar), Jalisco (10.0%), San Luis Potosí (9.0%) y Guanajuato (8.9 por ciento).
Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), comentó que Hidalgo y Michoacán son estados que no han tenido resultados buenos en su economía, lo que resultó en un menor consumo, y a la vez, en menor ingresos para el comercio minorista.
COMPORTAMIENTO
Al comparar las tasas anuales del comercio al por menor de los primeros cinco meses del 2016 y del 2017, todas las regiones perdieron fuerza; el índice general pasó de 8.0 a 4.0 por ciento.
Por entidad federativa, este indicador del consumo privado disipó terreno en 29 estados.
La depreciación del peso frente al dólar en el periodo “encareció el comercio al por menor, fundamentalmente a bienes con componente importado; como la oferta de bienes finales en el país es 55% de componente importado, por eso el impac-
La depreciación del peso frente al dólar en el periodo encareció el comercio al por menor, fundamentalmente a bienes con componente importado; como la oferta de bienes finales en el país es 55% de componente importado, por eso el impacto”, añadió Raymundo Tenorio. Asimismo, Meléndez Aguilar señaló que, además del impacto del tipo de cambio, también el gasolinazo incidió en un mayor efecto de inflación en los estados, por lo que algunos productos, sobre todo aquellos que no son deprimera necesidad, se dejaron de consumir.
Ambos analistas coincidieron en que a esto se suman los resultados débiles de la actividad económica en algunas entidades, que afectaron el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Las entidades que sufrieron una mayor brecha entre tasas fueron: Hidalgo (de 36.7 a -4.7%), Chiapas (de 44.6 a 7.6%), Durango (de 39.6 a 4.3%), Michoacán (de 30.1 a -2.4%) y Querétaro (de 30.2 a 5.4 por ciento).
El especialista del Tecnológico de Monterrey señaló que en dichas entidades, en términos de distribución, existen estructuras muy imperfectas, lo cual se sumó a la decisión por parte de comerciantes de no mantener inventarios —por el costo que implica con un mayor tipo de cambio—, que resultó en un mayor encarecimiento de productos.
Chiapas es un estado relativamente pobre, por lo que un mayor incremento en el precio de algunos productos tuvo un efecto más pronunciado sobre el consumo, mientras que en otros como la Ciudad de México también tuvo un efecto importante el costo de traslado, por el gasto más elevado de gasolina, precisó el analista del CIEP.
En el caso del Bajío, sostuvo, ciudades que lo integran como Querétaro y Guanajuato, dependen más del transporte y son puntos de distribución a otros estados de la República, por lo que el costo de la gasolina pudo derivar en un impacto significativo en los precios de algunos productos y en el consumo de los mismos.
En sentido opuesto, sólo tres entidades trazaron una tendencia de aceleración: Coahuila, Colima y Morelos.
Raymundo Tenorio destacó que hubo un impacto muy fuerte por la llegada de remesas familiares en los dos últimos estados, lo cual resultó en un elevado consumo al menudeo.
Expuso que en la frontera norte existe el hábito de comprar dentro de Estados Unidos, por lo cual, cuando el tipo de cambio encarece los bienes que llegan México —y se mantiene constante en la economía estadounidense—, las personas opten por irse al país vecino, por lo tanto, se registra un menor consumo interno.