En una medida de protesta sin precedentes, elementos de la Guardia Civil decidieron tomar las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y bloquear el libramiento principal. La acción fue motivada por la falta de aumento salarial que los agentes afirman no se ha otorgado en más de siete años.

Desde tempranas horas, los policías se congregaron en la sede de la SSP, manifestando su descontento ante la situación salarial. Con pancartas y consignas, los agentes hicieron visible su inconformidad, exigiendo una respuesta inmediata de las autoridades. El bloqueo del libramiento ha generado un caos vial significativo, afectando a miles de ciudadanos que utilizan esta vía diariamente.

Además del estancamiento en sus salarios, los policías denunciaron una reducción económica en su bono salarial BanBajío, que ha disminuido entre un 10 y 15 por ciento. En algunos casos, este bono ha sido suspendido por completo, agravando aún más la situación financiera de los elementos de la Guardia Civil. Esta reducción ha sido vista por los policías como una falta de respeto y reconocimiento a su labor.

Los manifestantes no solo demandan un aumento salarial, sino también la destitución del titular de la dependencia, José Alfredo Ortega Reyes, y de otros altos mandos dentro de la corporación. Los policías acusan a estos funcionarios de negligencia y falta de empatía hacia las condiciones laborales del personal operativo.

Otra grave denuncia que salió a la luz durante la protesta fue la de amenazas y represalias por parte de las autoridades hacia los agentes que han alzado la voz. Los elementos de la Guardia Civil aseguraron que han recibido advertencias y hostigamientos en respuesta a sus acciones de protesta, lo que ha generado un clima de tensión y temor entre los policías.

La toma de la SSP y el bloqueo del libramiento han provocado reacciones mixtas en la comunidad. Mientras algunos ciudadanos apoyan las demandas de los policías, otros se ven afectados por las interrupciones en su rutina diaria. Las autoridades aún no han emitido una respuesta oficial a las demandas de los agentes, pero la presión está aumentando para que se llegue a una solución pronta y justa.

La protesta de los elementos de la Guardia Civil pone de relieve una problemática que lleva años sin resolverse. La falta de aumento salarial y la reducción de beneficios económicos son cuestiones críticas que requieren una atención urgente por parte de las autoridades. La destitución de altos mandos y las denuncias de amenazas agravan la situación, haciendo evidente la necesidad de un diálogo abierto y constructivo para encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes involucradas.