Chicago, EUA. Ovidio Guzmán López, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, se declaró este viernes culpable de cuatro cargos relacionados con narcotráfico ante una corte federal en Chicago, Illinois. La decisión le permitirá evitar un juicio y posiblemente una cadena perpetua, a cambio de colaborar con las autoridades estadounidenses.
Durante la audiencia encabezada por la jueza Sharon Coleman, Guzmán reconoció su participación en el tráfico de drogas —incluido fentanilo—, delincuencia organizada, lavado de dinero y otros delitos federales. Vestido con uniforme naranja, esposado y usando audífonos para seguir la audiencia en español, el acusado respondió afirmativamente a cada cargo con tono serio y reservado.
La Fiscalía lo señaló como líder de una facción del Cártel de Sinaloa, involucrado no solo en la distribución de estupefacientes, sino también en el secuestro y asesinato de al menos tres personas. Aunque Guzmán no negó estas acusaciones, se limitó a escuchar atentamente durante la exposición de los hechos.
En su intervención, el acusado reveló que padece depresión, diagnosticada en octubre de 2024, y que actualmente toma medicación. Aclaró además que su declaración de culpabilidad fue voluntaria, sin presiones ni amenazas.
Como parte del acuerdo, el gobierno de Estados Unidos recomendará una sentencia menor a cadena perpetua, siempre y cuando Ovidio cumpla con su compromiso de cooperación, cuyos términos específicos no fueron revelados públicamente. La Fiscalía también solicitó una multa de 80 millones de dólares, aunque el monto final será determinado por la jueza.
La sentencia de Guzmán López será dictada en aproximadamente seis meses. Mientras tanto, permanecerá bajo resguardo especial en una prisión de Chicago, posiblemente como parte de un programa de protección a testigos.