Kerrville, Texas, 5 de julio de 2025. La tragedia provocada por el desbordamiento del río Guadalupe continúa creciendo en el centro-sur de Texas. Autoridades locales confirmaron este sábado que la cifra de personas fallecidas por las severas inundaciones aumentó a 27, entre ellas nueve menores de edad. Además, más de 20 niñas que se encontraban alojadas en un campamento cristiano de verano siguen desaparecidas, y aún se desconoce el número total de personas no localizadas.

Durante una rueda de prensa, el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., detalló que del total de víctimas, 18 eran adultos, seis de ellos aún sin identificar, y nueve eran niños, uno también sin identificar. Las intensas lluvias, que superaron los 30 centímetros en tan solo 12 horas, provocaron que el río Guadalupe alcanzara 9.9 metros, uno de sus niveles más altos jamás registrados.

Las autoridades han evacuado a más de 850 personas, mientras que 160 rescates aéreos han sido realizados. Ocho personas han resultado heridas. La situación más crítica se vive en los alrededores del campamento Mystic, en la localidad de Hunt, donde 27 niñas se encontraban al momento de la inundación y no han sido localizadas.

El gestor municipal de Kerrville, Dalton Rice, informó que no es posible precisar el número exacto de desaparecidos debido a la gran cantidad de personas que llegaron de otras regiones por las festividades del 4 de julio, muchas de ellas acampando cerca del río.

Rice explicó que equipos de emergencia están recorriendo un tramo de 17 kilómetros a lo largo del río Guadalupe, desde Hunt hacia el norte, en busca de sobrevivientes y víctimas. Muchas carreteras continúan intransitables y varios campamentos permanecen aislados.

El congresista texano Chip Roy aseguró que el presidente Donald Trump y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ya han sido informados de la emergencia. Se estima que más de 1,000 efectivos locales, estatales y federales participan en las labores de rescate.

La devastación es evidente en zonas como Louise Hays Park, donde ciudadanos observaban restos de vehículos, maquinaria agrícola y árboles arrancados por la corriente. A pesar de la tragedia, el sheriff Leitha aseguró: “No vamos a parar hasta encontrar a todo el mundo”.