Washington, Estados Unidos — La multinacional estadounidense Tupperware, famosa por sus envases de plástico para almacenar alimentos, ha iniciado el proceso de quiebra voluntaria, buscando la aprobación de los tribunales para seguir operando mientras se vende la marca y se reorganiza financieramente. La empresa se ha acogido al Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de Delaware, lo que llevó a una caída de más del 50 % en sus acciones, provocando su suspensión en la bolsa de Nueva York.
Laurie Ann Goldman, directora ejecutiva de Tupperware, explicó que la compañía ha enfrentado serios problemas financieros debido a la fuerte competencia y una disminución en la demanda de sus productos, lo que ha afectado gravemente sus ingresos.
Fundada en 1946 por el químico Earl Tupper, la marca se convirtió en un ícono no solo por sus recipientes herméticos, sino también por las conocidas «fiestas Tupperware», en las que se comercializaban los productos a través de ventas a domicilio.
En los últimos años, Tupperware había presentado señales de dificultades financieras. En 2020 ya enfrentaba problemas de liquidez, y en marzo de este año retrasó la presentación de sus cuentas anuales. En junio, la compañía anunció el cierre de su única fábrica en Estados Unidos, con el despido de 150 empleados.
Actualmente, Tupperware tiene activos valorados entre 500 y 1.000 millones de dólares, y pasivos que alcanzan los 10.000 millones de dólares.