La comunidad de Cherán, en el estado de Michoacán, México, se destaca por su innovador enfoque hacia la sostenibilidad y la autogestión, con el desarrollo del captador de agua de lluvia más grande de América Latina.

En un esfuerzo por garantizar el abastecimiento de agua en tiempos de sequía y promover la conservación del medio ambiente, la comunidad indígena de Cherán ha llevado a cabo un proyecto revolucionario: la construcción del captador de agua de lluvia más grande de América Latina.

Ubicado en el cráter natural del Cerro Kukundikata, este captador ha sido diseñado con una capacidad impresionante de 20 millones de litros de agua. Lo más notable de este proyecto es su enfoque sostenible, ya que se construyó sin necesidad de excavar, aprovechando el espacio existente y utilizando una membrana para su funcionamiento.

Este innovador sistema no solo aborda las necesidades de agua de la comunidad durante las temporadas de sequía, sino que también contribuye significativamente a la conservación del medio ambiente al aprovechar los recursos naturales de manera eficiente.

El éxito de este proyecto no solo se traduce en seguridad hídrica para Cherán, sino que también sirve como un ejemplo inspirador de cómo las comunidades pueden trabajar en armonía con la naturaleza para resolver los desafíos contemporáneos.

Cherán, conocido por su historia de autogestión y democracia directa, continúa liderando el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente. Su captador de agua de lluvia no solo representa una solución práctica, sino también un símbolo de esperanza y progreso para comunidades en todo el mundo que enfrentan desafíos similares.