El dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, pidió al presidente Enrique Peña Nieto un cambio de actitud bajo la premisa del diálogo, para realizar una transición ordenada que permita “entregar el mando” en 2018, y que el pueblo elija su próximo gobierno y la política que más le convenga.

Al encabezar un mitin sobre Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, de apoyo a los maestros de la CNTE, el tabasqueño —a dos años de la elección presidencial— dijo que eso implica una nueva etapa en el gobierno, un nuevo gabinete y un cambio de actitud bajo la premisa del diálogo.

Planteó que en este último tercio de la administración de Peña Nieto “integre y encabece, en los hechos, un gobierno de transición, que permita entregar el mando, en 2018, en un ambiente de tranquilidad y paz social, por el bien del pueblo y de la nación. Estamos proponiendo que en este último tercio de su mandato, Enrique Peña Nieto encabece un gobierno de transición”, dijo.

Ante simpatizantes, en la glorieta a Colón, López Obrador dijo que el país entró en un proceso “preocupante y riesgoso de descomposición” en todos los órdenes de la vida pública, que su movimiento no desea la violencia y no apuesta a más desgracias.

Señaló que no aspira a encabezar la reconstrucción de México a partir de escombros y amargos sufrimientos, “no somos ambiciosos vulgares, estamos a tiempo de evitar un derrumbe precipitado, ruinoso y perjudicial para todos.

“No somos un peligro para México, el verdadero peligro es la corrupción y el autoritarismo de los gobernantes. Nosotros queremos cambiar a México por el camino de la concordia, del amor y de la reconciliación. Con la no violencia, con la razón y el convencimiento”, dijo López Obrador.

Tras encabezar una “marcha del silencio” para rendir un homenaje a los maestros y a los desaparecidos del país, López Obrador exigió la destitución del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, porque ordenó lanzar a la Policía Federal en contra maestros, padres de familia y pobladores el domingo 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, donde ocho personas fallecieron y un centenar resultaron heridas.

López Obrador planteó la libertad inmediata a los maestros encarcelados en el país y un diálogo con compromisos para revisar la reforma educativa con el consenso de autoridades, maestros y padres de familia.