El Senado de Brasil votó este miércoles a favor de la destitución de la suspendida presidenta Dilma Rousseff, acusada de violar leyes presupuestarias, en la culminación de un juicio que ha paralizado a la política de la mayor economía latinoamericana por nueve meses.

Votaron a favor de la destitución 61 de los 81 senadores que integran la Cámara. Se requerían dos tercios.

Con la medida se pone fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, que ayudó a sacar a unos 30 millones de brasileños de la pobreza.

Se espera que su exprimer vicepresidente, Michel Temer, sea juramentado como presidente para completar el actual mandato hasta el 2018.

Rousseff, suspendida en mayo a la espera del juicio político en el Senado, está acusada de usar dinero de bancos estatales para aumentar el gasto durante el 2014.

La mandataria dice que el dinero no tuvo impacto en los niveles generales de déficit y que fue devuelto por completo al año siguiente.